Familia

Furnariidae

269 especie

La familia de los furnáridos (Furnariidae) es un numeroso y diversificado grupo de aves paseriformes pertenecientes al parvorden Furnariida, que incluye alrededor de 302 a 333 especies —dependiendo de la clasificación considerada— en 69 géneros. Son nativas de la zona neotropical, donde se distribuyen desde México, a través de América Central y del Sur, hasta el extremo sur del continente. Son miembros muy importantes de las comunidades de aves de Sudamérica y en algunas regiones responden por hasta 25% de todas las especies allí existentes.

Son aves de tamaño pequeño a mediano y sus plumajes son principalmente de varias tonalidades de pardo, sin embargo, a menudo exhiben patrones complejos de moteados y estriados. Algunas especies tienen bandas alares, manchones en la cola o en la garganta de colores más brillantes. Tienes estructuras del pico y de la cola muy diversificadas, con los perfiles y tamaños del pico reflejando los hábitos de forrajeo. Las colas son generalmente rígidas y con las puntas de las plumas desnudas, modificación que les ayuda a trepar en troncos y ramas. Machos y hembras tienen apariencia similar, aunque los machos pueden ser ligeramente mayores.

Los furnáridos son monógamos y las parejas con frecuencia permanecen juntas año a año. Son bien conocidos por la diversificada y generalmente compleja estructura de sus nidos, de donde deriva su nombre científico y muchos de sus nombres comunes: horneros, espineros, canasteros, por ejemplo. Aunque ocupan una amplia gama de hábitats, muchas especies tienen requisitos de hábitat muy restrictivos; por causa de estos requisitos, sus zonas son a veces pequeñas y fragmentadas, lo que combinado con la destrucción antropogénica del hábitat ha llevado a una sensible disminución de la población de muchas especies, hasta la extinción de dos de ellas.

Se distribuyen exclusivamente por toda la zona neotropical, desde el centro de México, por América Central y del Sur, incluyendo Trinidad y Tobago , hasta el archipiélago del Cabo de Hornos en el extremo sur de Chile , con algunas especies habitando en las islas Malvinas y en el archipiélago de Juan Fernández. Su zona se extiende más hacia el sur y a mayores altitudes que cualquier otra familia de aves endémicas de Sudamérica; 89% de las especies de furnáridos son endémicas de Sudamérica.​​

Los furnáridos alcanzan su máxima diversidad en la Amazonia, en el sur de Sudamérica y en los Andes y se encuentran en todos los tipos de hábitats posibles, desde las altas montañas andinas a las selvas amazónicas; desde las sabanas (del cerrado, de la caatinga, del chaco) a las estepas patagónicas; desde los desiertos costeros del Pacífico a la pampa húmeda; de las densas selvas húmedas de Centroamérica a los tepuyes del escudo guayanés; para citar algunos ejemplos.​ A pesar de que la mayor diversidad se encuentra en las selvas húmedas de tierras bajas, también son encontrados en desiertos, marismas, dunas de arena costeras, esteros de agua salada o dulce, zonas intermareales rocosas, ciénagas, campos, matorrales, selvas nubladas, áreas urbanas y cultivos. Pueden ser encontrados desde el nivel del mar hasta altitudes de 4500 metros. Muchas especies prefieren cercanías de aguas, mientras otras prefieren áreas rocosas, donde las rocas pueden ser usadas como local de nidificación o para forrajeo. Algunas especies tienen requisitos de hábitat muy restringidos; por ejemplo, el palmero (Berlepschia rikeri) se encuentra únicamente en formaciones de ciertas palmeras: los morichales (Mauritia flexuosa) o el babasu (Attalea speciosa); el coludito de los pinos (Leptasthenura setaria ) se restringe a una única especie de árbol: la araucaria Araucaria angustifolia.​

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La familia de los furnáridos (Furnariidae) es un numeroso y diversificado grupo de aves paseriformes pertenecientes al parvorden Furnariida, que incluye alrededor de 302 a 333 especies —dependiendo de la clasificación considerada— en 69 géneros. Son nativas de la zona neotropical, donde se distribuyen desde México, a través de América Central y del Sur, hasta el extremo sur del continente. Son miembros muy importantes de las comunidades de aves de Sudamérica y en algunas regiones responden por hasta 25% de todas las especies allí existentes.

Son aves de tamaño pequeño a mediano y sus plumajes son principalmente de varias tonalidades de pardo, sin embargo, a menudo exhiben patrones complejos de moteados y estriados. Algunas especies tienen bandas alares, manchones en la cola o en la garganta de colores más brillantes. Tienes estructuras del pico y de la cola muy diversificadas, con los perfiles y tamaños del pico reflejando los hábitos de forrajeo. Las colas son generalmente rígidas y con las puntas de las plumas desnudas, modificación que les ayuda a trepar en troncos y ramas. Machos y hembras tienen apariencia similar, aunque los machos pueden ser ligeramente mayores.

Los furnáridos son monógamos y las parejas con frecuencia permanecen juntas año a año. Son bien conocidos por la diversificada y generalmente compleja estructura de sus nidos, de donde deriva su nombre científico y muchos de sus nombres comunes: horneros, espineros, canasteros, por ejemplo. Aunque ocupan una amplia gama de hábitats, muchas especies tienen requisitos de hábitat muy restrictivos; por causa de estos requisitos, sus zonas son a veces pequeñas y fragmentadas, lo que combinado con la destrucción antropogénica del hábitat ha llevado a una sensible disminución de la población de muchas especies, hasta la extinción de dos de ellas.

Se distribuyen exclusivamente por toda la zona neotropical, desde el centro de México, por América Central y del Sur, incluyendo Trinidad y Tobago , hasta el archipiélago del Cabo de Hornos en el extremo sur de Chile , con algunas especies habitando en las islas Malvinas y en el archipiélago de Juan Fernández. Su zona se extiende más hacia el sur y a mayores altitudes que cualquier otra familia de aves endémicas de Sudamérica; 89% de las especies de furnáridos son endémicas de Sudamérica.​​

Los furnáridos alcanzan su máxima diversidad en la Amazonia, en el sur de Sudamérica y en los Andes y se encuentran en todos los tipos de hábitats posibles, desde las altas montañas andinas a las selvas amazónicas; desde las sabanas (del cerrado, de la caatinga, del chaco) a las estepas patagónicas; desde los desiertos costeros del Pacífico a la pampa húmeda; de las densas selvas húmedas de Centroamérica a los tepuyes del escudo guayanés; para citar algunos ejemplos.​ A pesar de que la mayor diversidad se encuentra en las selvas húmedas de tierras bajas, también son encontrados en desiertos, marismas, dunas de arena costeras, esteros de agua salada o dulce, zonas intermareales rocosas, ciénagas, campos, matorrales, selvas nubladas, áreas urbanas y cultivos. Pueden ser encontrados desde el nivel del mar hasta altitudes de 4500 metros. Muchas especies prefieren cercanías de aguas, mientras otras prefieren áreas rocosas, donde las rocas pueden ser usadas como local de nidificación o para forrajeo. Algunas especies tienen requisitos de hábitat muy restringidos; por ejemplo, el palmero (Berlepschia rikeri) se encuentra únicamente en formaciones de ciertas palmeras: los morichales (Mauritia flexuosa) o el babasu (Attalea speciosa); el coludito de los pinos (Leptasthenura setaria ) se restringe a una única especie de árbol: la araucaria Araucaria angustifolia.​

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