Los ejemplares más grandes llegan a tener caparazones de unos 25 cm de diámetro.
La piel de un ejemplar adulto de tortuga pintada, en la zona de la cabeza, cuello, patas y cola y los bordes del caparazón posee un diseño de rayas rojas y amarillas que da la apariencia de haber sido pintado a mano. Según la subespecie el plastrón, puede ser de un tono amarillento o anaranjado-amarillento, principalmente amarillo con una cierta coloración oscura en el centro, o puede tener un diseño en colores amarillo, anaranjado y gris oscuro. El tono base de la piel de la tortuga pintada varia de verde oliva a negro.
Esta tortuga vive en pozos de agua, lagos, humedales, y en ríos con caudales reducidos que poseen lechos suaves y lodosos. Su caparazón le brinda cierta protección contra depredadores.
Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.