Beluga
Reino
Filo
Subfilo
Clase
Orden
Infraorden
Familia
ESPECIE
Delphinapterus leucas
Tamaño de la poblacion
136,000
Esperanza de vida
40 years
Velocidad máxima
22
14
km/hmph
km/h mph 
Peso
700-1600
1540-3520
kglbs
kg lbs 
Longitud
3-5.5
9.8-18
mft
m ft 

La beluga (en ruso, Белуга) (Delphinapterus leucas) es una especie de cetáceo odontoceto que habita en la región ártica y subártica. Es la única especie del género Delphinapterus y junto al narval (Monodon monoceros) conforman la familia Monodontidae.

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Está adaptada plenamente para la vida en el Ártico y para ello tiene una serie de características anatómicas y fisiológicas que la diferencian de los otros cetáceos. Se caracteriza por el color totalmente blanco de los adultos y por la carencia de una aleta dorsal. Posee una prominencia frontal distintiva que alberga el órgano llamado melón, que en esta especie es muy voluminoso y deformable. Su tamaño es intermedio entre las ballenas y delfines, con una longitud y peso máximos para los machos de 5,5 metros y 1600 kg y un cuerpo robusto con el porcentaje más alto de grasa entre los cetáceos. Su sentido del oído está muy desarrollado y posee ecolocalización que le permite movilizarse y encontrar respiraderos bajo las placas de hielo.

Son animales gregarios que conforman grupos de unos diez individuos en promedio, pero durante el verano se reúnen cientos e incluso miles en los estuarios y aguas costeras poco profundas. Son nadadores lentos, pero adaptados para el buceo y pueden realizar inmersiones a más de 700 metros bajo la superficie. Su dieta es oportunista y varía según la ubicación y estación del año; se alimenta sobre todo de peces, crustáceos y otros invertebrados del fondo marino.

La mayor parte de las belugas habitan el Ártico, y los mares y costas adyacentes de Alaska (Estados Unidos), Canadá, Rusia y Groenlandia (Dinamarca); la población mundial se estima en 150 000 individuos. Tienen comportamiento migratorio, pues la mayoría de los grupos pasan el invierno en las márgenes de las capas de hielo; pero llegado el verano, en el momento del deshielo, se desplazan a la desembocadura de los ríos y a zonas costeras más cálidas. Algunas poblaciones son sedentarias y no migran a grandes distancias en el trascurso del año.

Durante siglos, este cetáceo ha sido una de las fuentes de subsistencia para los nativos de América del Norte y Rusia. Fue objeto de caza comercial durante el siglo XIX y parte del siglo XX. Desde 1973 se encuentra bajo protección internacional junto con los demás odontocetos. Actualmente solo se encuentra autorizada la caza de sustento de algunas subpoblaciones por parte de los inuit. Otras amenazas son los depredadores naturales (osos polares y orcas), la contaminación de los ríos y las enfermedades infecciosas. En 2008 la especie fue catalogada en la Lista Roja de la UICN como especie casi amenazada; sin embargo, la subpoblación residente en la ensenada de Cook, Alaska, está considerada en peligro crítico. Es uno de los cetáceos que se mantiene en cautiverio en acuarios y parques de vida silvestre en América del Norte, Europa y Asia y es popular para el público por su color blanco y expresividad.

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Apariencia

La especie presenta un dimorfismo sexual moderado; los machos son más largos que las hembras en un 25% y son más robustos. Los machos adultos miden entre 3,5 y 5,5 metros de longitud, mientras las hembras crecen entre los 3 y 4,1 metros. Los machos pesan entre 1100 y 1600 kg y las hembras tienen entre 700 y 1200 kg. Ambos sexos alcanzan el tamaño máximo a los diez años de edad. El cuerpo de las belugas es robusto y fusiforme (forma de cono con la punta hacia atrás), y con frecuencia tienen pliegues de grasa, especialmente a lo largo de la superficie ventral. Entre el 40 y 50% de su peso corporal es grasa; es un porcentaje alto con relación a las ballenas que no habitan en el Ártico, en las cuales la grasa representa solo el 30% de su peso. La grasa forma una capa que le cubre todo el cuerpo, a excepción de la cabeza; puede tener hasta quince centímetros de espesor y actúa como aislante en aguas con temperatura entre los 0 a 18 °C, además de ser una reserva importante durante periodos de ayuno.

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Los ejemplares adultos son difíciles de confundir, debido a que son los únicos cetáceos totalmente blancos o de color gris blanquecino. Las crías al nacer normalmente son grises; al mes de vida el color se torna gris oscuro o gris azulado, y posteriormente empiezan a perder pigmento en forma progresiva hasta alcanzar el color blanco distintivo; las hembras lo hacen a los siete años de edad y los machos a los nueve. El tono blanco de la piel es una condición adaptativa a la vida en el Ártico y le permite camuflarse en las capas de hielo polares, sirviéndole de protección ante sus principales depredadores: el oso polar y la orca. A diferencia de los otros cetáceos, la piel de la beluga tiene un patrón de muda estacional. Durante el invierno se produce un engrosamiento de la epidermis y su piel puede tornarse amarillenta, principalmente en la espalda y aletas. Cuando migran durante el verano a los estuarios se frotan con la grava del fondo de los ríos para deshacerse de este revestimiento cutáneo.

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Distribución

Geografía

La beluga habita en toda la circunferencia del océano Ártico y los mares y costas adyacentes. Durante el verano se ubica principalmente en aguas de baja profundidad en las costas de Alaska, norte de Canadá, oeste de Groenlandia y norte de Rusia. Se pueden encontrar desde los 76° a 78° de latitud Norte, hasta los 80° Norte en algunas regiones del océano Ártico. Las poblaciones más extendidas hacia el sur comprenden grupos en el estuario del río San Lorenzo y del río Saguenay cerca de la villa de Tadoussac en Quebec, Canadá; en el Atlántico y el delta del río Amur; y en las aguas aledañas a las islas Chantar y la isla de Sajalín en el mar de Ojotsk.

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El hábitat de las belugas es variado, aunque se observan con más frecuencia en aguas poco profundas cercanas a las costas; sin embargo, en algunas zonas se ha reportado que pasan la mayor parte del tiempo en aguas más profundas donde se alimentan y paren las crías.

En las regiones costeras se ubican en ensenadas, fiordos, canales, bahías y aguas poco profundas del océano Ártico que estén iluminadas constantemente con luz solar. También en verano es frecuente observarlas en los estuarios de los ríos donde se alimentan, socializan y dan a luz sus crías. Estas aguas usualmente tienen entre 8 a 10 ℃. En la ensenada de Cook en Alaska las llanuras de marea son un predictor significativo de la ubicación de estos animales durante los primeros meses del verano. En el mar de Beaufort oriental, las hembras de beluga, con sus crías y machos jóvenes, prefieren las aguas abiertas cercanas a tierra firme; los machos adultos seleccionan las aguas cerradas y cubiertas de hielo cerca del archipiélago ártico mientras los machos pequeños y las hembras con crías más grandes se ubican cerca de la barrera de hielo. En general existe consenso con respecto a que la segregación de los hábitats de la belugas en el verano refleja diferencias en los hábitos alimenticios, el riesgo de depredación y la reproducción en cada una de las subpoblaciones.

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Beluga mapa del hábitat
Beluga mapa del hábitat
Beluga
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Hábitos y Estilo de Vida

Estos cetáceos por lo regular forman grupos pequeños, que varían entre dos y veinticinco individuos, con un promedio de diez integrantes. Estos grupos (llamados pods en inglés) tienen animales de ambos sexos, y son liderados por un macho dominante. Cuando las manadas se juntan en los estuarios durante el verano, pueden reunirse cientos e incluso miles de individuos. Estos pueden representar una proporción significativa de la población total de estos cetáceos y es el momento de mayor vulnerabilidad ante la caza.

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Son animales cooperativos y con frecuencia organizan grupos para cazar, haciéndolo de forma coordinada. Dentro de los grupos son animales muy sociables, suelen perseguirse unos a otros, ya sea jugando o agrediéndose, y se rozan con frecuencia entre sí.

En cautiverio se les observa juguetear constantemente, vocalizar y nadar, alrededor, por encima y por debajo de los otros individuos. Muestran curiosidad hacia los humanos y en los estanques se aproximan para observarlos de cerca a través de los cristales.

En libertad las belugas también muestran un alto grado de curiosidad hacia los humanos y con frecuencia nadan en dirección a los botes. También pueden jugar con objetos encontrados en el agua; en libertad lo hacen con madera, plantas, peces muertos y con burbujas que crean ellas mismas. Durante la temporada de cría, se han observado adultos acarreando objetos como plantas, redes e incluso esqueletos de caribú sobre su cabeza y espalda. Se han visto también hembras cautivas expresando este comportamiento después de perder una cría, trasportando elementos como flotadores y boyas. Los expertos teorizan que esta interacción con los objetos puede evidenciar un comportamiento sustitutivo.

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Comportamiento estacional

Dieta y Nutricion

Las belugas son los odontocetos más abundantes en las aguas del océano Ártico, por tal motivo desempeñan un papel crítico en la estructura y función de los recursos marinos en esta región. Se describe como un animal oportunista, pues sus hábitos alimenticios varían dependiendo de la ubicación geográfica y la estación. Por ejemplo en el mar de Beaufort comen en forma predominante bacalao ártico (Boreogadus saida) y en Groenlandia se ha encontrado en su estómago gallineta nórdica (Sebastes marinus), fletán negro (Reinhardtius hippoglossoides) y camarón (Pandalus borealis), mientras en Alaska el alimento principal es el salmón del Pacífico (Oncorhynchus kisutch). En líneas generales la dieta principal de este cetáceo está conformada por peces; aparte de los mencionados se han identificado entre otros: capelanes, eperlanos, lenguados, platijas, arenques, charrascos y otros salmones. También consumen un volumen considerable de invertebrados aparte de camarones como calamares, cangrejos, almejas, pulpos, caracoles, gusanos y otros habitantes del fondo marino. Los animales en cautiverio comen aproximadamente del 2,5% al 3% de su peso corporal por día, más o menos 18,2 a 27,2 kg.

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La búsqueda en el lecho marino típicamente tiene lugar a profundidades de entre 20 y 40 m, pero pueden sumergirse con facilidad a más de 700 m para buscar alimento. Generalmente una inmersión dura de 3 a 5 min, pero se han observado individuos permanecer bajo la superficie por 18 min. El cuello flexible le permite un amplio rango de movimiento mientras busca el alimento en el fondo oceánico. Las observaciones han mostrado que estos animales pueden succionar agua y luego expulsar chorros fuertes con la boca, método con el cual descubre presas en el cieno. Debido a que su dentadura no es muy grande ni afilada utilizan la succión para llevar las presas a la boca; en consecuencia, todos los alimentos deben ser consumidos enteros, por ello las presas no pueden ser demasiado grandes porque corren el riesgo de atorarse. También se alimentan de cardúmenes de peces y lo hacen en grupos coordinados de cinco o más individuos; estos reúnen el banco de peces en aguas poco profundas para luego atacarlos. Por ejemplo, en el estuario del río Amur, donde se alimentan preferentemente de salmón, se reúnen en grupos de seis a ocho individuos y rodean a los peces para evitar su escape, mientras se turnan uno a uno para alimentarse de ellos.

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hábitos de apareamiento

COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO

Las estimaciones sobre la edad de madurez sexual varían ampliamente; la mayoría de los autores estiman que los machos alcanzan la madurez sexual entre los cuatro y siete años, y las hembras lo hacen entre los cuatro y nueve años. La edad promedio del primer parto es de 8,5 años y la fertilidad empieza a decaer a los veinticinco, sin gestaciones registradas por encima de los cuarenta y un años.

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Las hembras generalmente tienen crías cada dos a tres años. La mayoría de los apareamientos ocurren entre febrero y mayo, pero algunos pueden ocurrir en otras épocas del año. Se han publicado datos de periodos de gestación que oscilan entre 12 a 14½ meses, pero información procedente de hembras en cautiverio registra un tiempo más prolongado con un promedio de duración de 475 días (15,8 meses).

El nacimiento de las crías durante el año varía según la ubicación. En el ártico canadiense, los partos ocurren desde marzo hasta septiembre, mientras que en la bahía de Hudson el pico de nacimientos sucede a finales del mes de junio y en Cumberland Sound la mayoría nacen a finales de julio y principios de agosto. Normalmente nacen en bahías y estuarios donde el agua es templada, con una temperatura de 10 a 15 °C. Las belugas recién nacidas son de color gris, tienen en promedio 1,5 metros de longitud y un peso de 80 kg; son capaces de nadar al lado de sus madres inmediatamente después del nacimiento. El recién nacido se alimenta bajo el agua e inicia la lactancia algunas horas después del nacimiento y de ahí en adelante lo hace con intervalos de una hora. Según investigaciones en animales cautivos, la composición de la leche varía entre individuos y fluctúa de acuerdo con la etapa de la lactancia; esta tiene en promedio un 28% de grasa, 11% de proteína, 60,3% de agua y menos del 1% de cenizas. La leche contiene aproximadamente 92 cal por cada onza.

Las crías dependen exclusivamente de la lactancia materna hasta el primer año de edad, momento en el que brota la dentadura. Para entonces empiezan a complementar la dieta con camarones y peces pequeños. La mayoría de los jóvenes continúan la lactancia hasta los veinte meses de edad, prolongándose más allá de los dos años en casos esporádicos. En cautiverio se ha observado cuidado aloparental (cuidado por hembras diferentes a la madre) hacia las crías con producción espontánea de leche por parte de las hembras que se prolonga por largos periodos de tiempo. Esto sugiere que este comportamiento, observado con frecuencia en los mamíferos, esté presente en las belugas en libertad.

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Población

Amenazas a la población

Los únicos predadores naturales de las belugas son los osos polares y las orcas.

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Durante el invierno es frecuente que estos cetáceos resulten atrapados en trampas de hielo sin posibilidad de escapar a mar abierto, del cual quedan separados por varios kilómetros. Los osos toman ventaja de la situación y las localizan por medio del olfato o cuando emergen para respirar; entonces las golpean, las atrapan y arrastran fuera del agua sobre la capa superficial de hielo para devorarlas. Pueden capturar ejemplares grandes, ya que está documentada la captura de un animal de 935 kg por parte de un oso que pesaba entre 150 y 180 kg.

La orca es el otro predador que puede capturar con éxito tanto a las crías como a los adultos. Estos cetáceos cosmopolitas, ya que habitan todos los mares del mundo, ocupan la región subártica y comparten gran parte del hábitat de las belugas. Se han reportado ataques principalmente en aguas de Groenlandia, Rusia, Canadá y Alaska. En la ensenada de Cook se han documentado varias muertes y existe preocupación porque esto impida la recuperación de esta subpoblación, ya disminuida al extremo por la caza. Las orcas llegan en otoño, a principios del mes de agosto, pero las belugas en ocasiones las pueden escuchar y evadir. Las poblaciones que permanecen cerca o bajo las capas de hielo tienen cierta protección pues la enorme aleta dorsal, de hasta dos metros de longitud, les impide a las orcas maniobrar por debajo de los témpanos de hielo o acercarse lo suficiente a los respiraderos.

Como consecuencia de la congregación de belugas en los estuarios de los ríos, la polución causada por los humanos puede representar un riesgo significativo para su salud. En la población del río San Lorenzo se ha demostrado la existencia de substancias químicas tóxicas tales como dicloro difenil tricloroetano (DDT) y metales pesados como plomo, mercurio y cadmio. También se han encontrado niveles entre 240 ppm y 800 ppm de bifenilos policlorados en el cerebro, hígado y músculos de las ballenas, siendo los machos quienes poseen los niveles más altos. El nivel hallado de estos compuestos es significativamente superior al encontrado en las poblaciones que habitan el Ártico. Está comprobado que estas substancias tienen un efecto adverso sobre estos cetáceos, como la aparición de cánceres, patologías reproductivas y deterioro del sistema inmunológico haciendo a los animales más susceptibles a neumonías, úlceras, quistes, tumores e infecciones bacterianas. A pesar de que las poblaciones con mayor riesgo son las que frecuentan los ríos, en grupos de animales que habitan el mar abierto se han documentado niveles altos de zinc, cadmio, mercurio y selenio en los músculos, hígado y riñón.

Entre 1983 y 1999, se examinaron los cuerpos de 129 belugas adultas del río San Lorenzo y se descubrió que el 27% había padecido cáncer. Este porcentaje es más alto que el documentado en otras poblaciones de esta especie y muy superior a los otros cetáceos y la mayoría de mamíferos terrestres, siendo solo equiparable a los diagnosticados en humanos y algunos animales domésticos. Por ejemplo, la frecuencia de cáncer intestinal en este lugar es mucho mayor que la encontrada en humanos y se cree que esta condición está directamente relacionada con los ambientes contaminados, en este caso por hidrocarburos aromáticos policíclicos. Esto coincide con la afectación más alta en humanos residentes en el área. La alta prevalencia de tumores sugiere que los contaminantes identificados en los animales que habitan el estuario tienen un efecto carcinogénico directo o al menos propician un deterioro inmunológico que disminuye la resistencia a los mismos.

Las molestias ocasionadas por las actividades de los humanos también pueden ser una amenaza para la especie. La contaminación acústica por parte de las embarcaciones parece afectar a estos animales. Por ejemplo, se encontró una correlación entre el tránsito de belugas por la desembocadura del río Saguenay (disminuido en el 60%) y las actividades recreativas con botes a motor en el área. También se encontró una reducción drástica de llamados (de 3,4 a 10,5 llamados/min a 0 o <1) entre los animales, después de la exposición al ruido producido por los buques, siendo más persistente e intensa con embarcaciones grandes como los transbordadores que con navíos más pequeños. Pueden detectar a gran distancia, incluso a 50 km, la presencia de buques grandes (por ejemplo rompehielos) y los evitan moviéndose rápidamente en dirección contraria o perpendicular siguiendo los bordes del hielo desplazándose, incluso, hasta 80 km para eludirlos. La presencia de navíos produce reacciones de evitación induciendo grandes inmersiones para alimentarse, disgregación de los grupos y asincronía en el buceo.

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Cantidad de individuos

La población global de belugas está constituida por subpoblaciones. El comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI 2000) organizó la información sobre la base de veintinueve subpoblaciones de estos animales, ubicadas en los sitios que se relacionan a continuación.

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Algunos de estos grupos están superpuestos geográficamente o lo están temporalmente durante las estaciones, lo que complica la estimación del tamaño de estas poblaciones. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la población mundial de belugas para 2008 era de 150 000 animales.

Las siguientes son las cifras estimadas por cada una de las subpoblaciones o regiones donde se realizaron observaciones o estudios a finales de la década de 1990 y principios de la primera década de este siglo. La mayor parte de las estimaciones se basaron en observaciones aéreas.

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Referencias

1. Beluga artículo en Wikipedia - https://es.wikipedia.org/wiki/Delphinapterus_leucas
2. Beluga en el sitio web de la Lista Roja de la UICN - http://www.iucnredlist.org/details/6335/0

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