La morsa (Odobenus rosmarus) es una especie de mamífero pinnípedo de la familia Odobenidae. Es de gran tamaño y habita en los mares árticos. Existen dos subespecies, la morsa del Atlántico (Odobenus rosmarus rosmarus) y la del Pacífico (Odobenus rosmarus divergens). La población mundial de morsas se calcula en unos doscientos cincuenta mil ejemplares.
La morsa pertenece al orden Carnivora y al suborden (o, según otros, superfamilia) Pinnipedia.
En cuanto al tamaño, es diferente según las subespecies. Las morsas del Pacífico son ligeramente mayores: los machos pesan entre 800 y 1700 kg y tienen una longitud de entre 2,7 y 3,6 m, en tanto que las hembras pesan entre 400 y 1250 kg y miden entre 2,3 y 3,1 m. Entre los pinnípedos, solo algunos elefantes marinos alcanzan un tamaño mayor.
Tienen una piel muy gruesa, de entre 2 y 4 cm de espesor. La piel de los machos presenta a menudo grandes nódulos, que no aparecen en las hembras. Dado que aparecen en la época de la pubertad, parece ser que se trata de una característica sexual secundaria. El pelo recubre todo el cuerpo, a excepción de las aletas. Los machos mudan el pelo anualmente, entre junio y agosto, en tanto que las hembras pueden tardar aún más tiempo en mudarlo. El pelaje de la morsa cambia de color con la temperatura: en el agua tienen un color gris pálido, casi blanco, en agua fría, pero adquieren una tonalidad rosada en aguas templadas, debido a la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y el incremento de la circulación.
Tanto los machos como las hembras poseen dos grandes colmillos que pueden alcanzar un metro de longitud y que constituyen su rasgo más distintivo. Sus extremidades son aletas, que carecen de pelo y están provistas de una piel gruesa y rugosa, que les facilita la movilidad en tierra.
Se han encontrado fósiles de odobénidos, similares a las morsas actuales, que datan del Mioceno medio, hace unos catorce millones de años.
Las morsas habitan varias áreas de la zona circumpolar que apenas se relacionan entre sí. Las morsas del Pacífico se encuentran en los mares de: Bering, Chukotka y Láptev y las del Atlántico en zonas costeras del nordeste de Canadá, Groenlandia y Rusia.
Las morsas del Pacífico emigran estacionalmente a causa de la extensión del casquete polar. Algunas morsas llegan a recorrer 3000 km en estos desplazamientos. Pasan el invierno en el mar de Bering y el verano en el mar de Chukchi.
Las morsas pueden llegar a vivir hasta cuarenta años. Se alimentan en el agua, buceando hasta profundidades de 90 m, ya que son capaces de permanecer media hora bajo el agua. Se alimentan fundamentalmente de almejas y otros moluscos, aunque pueden comer también otros invertebrados, como: gusanos, gasterópodos, cefalópodos e incluso algunas especies de peces.
Aunque los machos alcanzan la madurez sexual entre los seis y los nueve años, no suelen tener la oportunidad de aparearse hasta que alcanzan su pleno desarrollo físico (hacia los quince años) y son capaces de competir con otros machos por las hembras. Los machos compiten por el territorio y a menudo se enzarzan en combates; los vencedores se aparean con gran número de hembras.
Las hembras, por su parte, también alcanzan la madurez sexual entre los seis y los nueve años. Se aparean en el agua. Tras la fertilización, el óvulo se mantiene durmiente durante meses. El período de gestación propiamente dicho es de once meses, pero transcurren quince o dieciséis meses desde el momento del apareamiento hasta el parto. Dan a luz una sola cría en tierra o sobre bloques de hielo. Las crías recién nacidas pesan entre 45 y 75 kg y son amamantadas durante un período máximo de dos años, generalmente en el agua y pasan junto a sus madres entre tres y cinco años. Las madres son extremadamente protectoras con sus crías.
Los principales predadores de la morsa son el oso polar y la orca. El hombre ha dado caza a la morsa al menos desde el siglo IX.